lunes, 21 de junio de 2010

A mí...

Rafael Moreno fue 'Pichichi'. La espichó joven, pero tuvo tiempo para liarla con el Athletic, participar con la selecsión en la Olimpiada de Amberes de 1920, traerse de allí una medalla de plata y convertirse en leyenda grasias al 'Marca', que creó el trofeo que lleva su nombre (que le dan al nota que mete más goles durante la liga, porsi).
El tío era el delantero sentro de una selecsión que le echó dos cohones al tema y se cepilló a Holanda y a Italia, entre otras, para llevarse la medalla. Una selecsión de tíos que fumaban, que contaba con notas como Samitier o Zamora. Cuidaíto.
El caso es que espero que los aficionaos que me leáis, conozcáis la frase que se forjó en esos juegos, que fue el origen de una identidad que se labraría a lo largo de los años. La cosa es más o menos apócrifa, pero é ben trovatto, así que atended. 
La frase en cuestión la dijo Belauste, en un partío contra Suecia que estaba complicao de narices. La pelota no entraba ni a la de tres. Sabino, un león del Athletic que parese que era un poco mamotreto, llevaba la bola y no veía opción de pase.  Belauste (que era mediosentro) se desmarcó y le pegó una voz a su compadre: 'A mí el pelotón, Sabino, que los arrollo!'. Vaya si los arrolló. Como que se metió con el pelotón hasta dentro de la puta portería con tres defensas suecos que no tuvieron cojones de pararle.
Nenes, en una hora juega este equipo que cuando jugó contra Suiza olvidó de dónde venía. Ahí os dejo con Pichichi, pa que vosotros no lo hagáis.


Y a ganar, hostia, a ganar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay que ganar JODER!!

Krispamparo dijo...

Leñes, y ahora cómo me depilo yo los pelos del sobaco... ¡me los has puesto de punta!