Bueno, bueno, a ver lo de hoy cómo lo explico...
Bien, tengo un colega que es un fiera, uno de esos fuera de serie que están ahí entre nosotros y nadie se da cuenta porque a ellos no les importa lo más mínimo llamar la atención. Se llama Javi Peralta, es astrofísico y ahora anda midiendo vientos venusianos. El caso es que Javi tiene una vocación de profesor full time que le hace divulgar la Santa Palabra de la Ciencia en cualquier momento y lugar. Así que es normal que el tío mande a sus allegados unos correos de varios megas con espectaculares fotos de explosiones solares, cometas, paisajes marcianos y movidas semejantes. Total, que Javi ha conseguido que esté al día en este bonito y absurdo campo de la astronomía, y resulta que un día, en una web del gremio leí hace tiempo una noticia que me impresionó.
Cuando el transbordador Columbia se metió la gran hostia que se metió (atensión: explosión a una velocidad de 18 veces la del sonido, caída de más de 40 kilómetros e impacto contra el suelo a unos 800 kilómetros por hora), algo sobrevivió al porrazo cósmico. Leo: "Entre los restos del accidente, dispersados por una amplia área de los estados del sur de Estados Unidos, aparecieron los contenedores de los experimentos biológicos, y cuatro de los recipientes aparecieron casi intactos. Los recipientes contenían un cultivo de gusanos nematodos que desarrollaron una resistencia extraordinaria".
Y en fin, una cosa llevó a la otra y...
Bien, tengo un colega que es un fiera, uno de esos fuera de serie que están ahí entre nosotros y nadie se da cuenta porque a ellos no les importa lo más mínimo llamar la atención. Se llama Javi Peralta, es astrofísico y ahora anda midiendo vientos venusianos. El caso es que Javi tiene una vocación de profesor full time que le hace divulgar la Santa Palabra de la Ciencia en cualquier momento y lugar. Así que es normal que el tío mande a sus allegados unos correos de varios megas con espectaculares fotos de explosiones solares, cometas, paisajes marcianos y movidas semejantes. Total, que Javi ha conseguido que esté al día en este bonito y absurdo campo de la astronomía, y resulta que un día, en una web del gremio leí hace tiempo una noticia que me impresionó.
Cuando el transbordador Columbia se metió la gran hostia que se metió (atensión: explosión a una velocidad de 18 veces la del sonido, caída de más de 40 kilómetros e impacto contra el suelo a unos 800 kilómetros por hora), algo sobrevivió al porrazo cósmico. Leo: "Entre los restos del accidente, dispersados por una amplia área de los estados del sur de Estados Unidos, aparecieron los contenedores de los experimentos biológicos, y cuatro de los recipientes aparecieron casi intactos. Los recipientes contenían un cultivo de gusanos nematodos que desarrollaron una resistencia extraordinaria".
Y en fin, una cosa llevó a la otra y...
7 comentarios:
ja, ja, qué cabrón, tu mejor post hasta ahora, creo.
Directito al fondo del escritorio...
:D
Enorme!!
d.
Qué bonito discurrir te llevó al dibujo. JaviP, so big.
hase tiempo que no sé nada de él! le he mandao el enlace, a ver si se pasa por aquí! estará en el pueblo?
ey, gracias anónimo (ayyy, qué os cuesta dejar un nombre!) y gracias david, un placer tenerte por aquí, que eres un mostrazo!
oh no! gusanos con superpoderes!
grande Peralta.
Gabita
Qué bueno!! Va desde lo oportuno a lo entrañable!!
Salu2!
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